El fútbol en estas islas es algo totalmente precario. Aunque hay que decir que es uno de los deportes más practicados, su nivel sigue siendo totalmente amateur y la cultura anglosajona sigue teniendo su importancia con deportes como cricket, béisbol, baloncesto o fútbol americano. Si le preguntas a Joe Parisi, dueño del restaurante más popular de Samoa Americana, sobre fútbol, te hablará de la sonrojosa derrota por 31 a 0 ante Australia, la mayor de toda la historia en un partido entre selecciones de la FIFA, o de que su selección es la peor del Mundo según el ranking de la propia FIFA, mientras te sirve Palusami, un pescado típico de la zona, bañado con una salsa de coco y cebolla. Seguramente también comentará que la selección nacional ha perdido los 39 partidos que ha disputado, salvo una victoria en 1983 contra la selección de Wallis y Futuna, pequeñas islas de menos de 20.000 habitantes.
Pero eso ya se ha terminado. El día 22 de Noviembre de 2011 se quedará grabado en la mente de los samoamericanos. El lugar: el estadio de Apia, en la vecina Samoa. Y tan sólo ante 150 espectadores. Primera victoria de toda su historia ante una selección FIFA. La víctima, la selección de Tonga, que hasta el momento había conseguido resultados mejores que Samoa Americana. Era el primer partido de la fase de clasificación para el Mundial 2014, luego vendrían Islas Cook y Samoa. El resultado de 2 a 1 indica lo apretado del partido.
Algo histórico como este hecho, que en cualquier país del mundo hubiera sido acogido como una proeza y los habitantes hubieran salido a las calles a celebrarlo, en Samoa Americana apenas hubo muestras de alegría. Apenas un artículo en la prensa local, escrito sin mucha emoción y poco más. Esperemos que próximas victorias puedan hacer que el país despierte, futbolísticamente hablando.
Si no hubiera ya bastante con esta victoria, la selección nacional ha pasado a la historia por otro hito. Alinear por primera vez en el mundo del fútbol a un transexual. El susodicho es Johnny Saelua y juega como defensa central. Por supuesto, ni sus compañeros ni su seleccionador Thomas Rongen se escandalizan por ello y lo tratan como a uno más.
El sueño de pasar de ronda se ha terminado, tras empatar con Islas Cook y perder con Samoa, pero lo más difícil ya está hecho. Ahora sólo toca seguir trabajando y esperar a que más victorias lleguen a su casillero. Y por supuesto que tanto el gobierno isleño como la población oceánica apoyen más a este maravilloso deporte del balón.
En la foto, Ramin Ott, estrella del combinado samoamericano.
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