Cuando uno camina por las calles (por así decirlo, porque las casas se amontonan unas contra otras sin carretera de por medio) de Pago Pago, descubre que se encuentra en una isla alejada de lo que muchos conocemos y vivimos en el día a día. Un territorio sin militares, con una tasa de paro cercana al 30%, con una temperatura muy suave y una economía tan poco desarrollada que un tercio de su población se dedica a la pesca de atún. Si alguien se sienta en una mesa del restaurante Don´t Drink the Water (DDW, curioso el nombre por cierto), próximo al estadio de Pago Pago, donde la selección nacional entrena y disputa sus partidos como local, que no espere hablar con los camareros o con la gente local sobre fútbol, pese estar a escasos metros del principal campo de fútbol de las islas. Los temas de conversación siguen siendo el tsunami de 2009, que prácticamente arrasó las islas, o la política estadounidense, puesto que hay que recordar que Samoa Americana sigue siendo una dependencia de la potencia norteamericana.
El fútbol en estas islas es algo totalmente precario. Aunque hay que decir que es uno de los deportes más practicados, su nivel sigue siendo totalmente amateur y la cultura anglosajona sigue teniendo su importancia con deportes como cricket, béisbol, baloncesto o fútbol americano. Si le preguntas a Joe Parisi, dueño del restaurante más popular de Samoa Americana, sobre fútbol, te hablará de la sonrojosa derrota por 31 a 0 ante Australia, la mayor de toda la historia en un partido entre selecciones de la FIFA, o de que su selección es la peor del Mundo según el ranking de la propia FIFA, mientras te sirve Palusami, un pescado típico de la zona, bañado con una salsa de coco y cebolla. Seguramente también comentará que la selección nacional ha perdido los 39 partidos que ha disputado, salvo una victoria en 1983 contra la selección de Wallis y Futuna, pequeñas islas de menos de 20.000 habitantes.
Pero eso ya se ha terminado. El día 22 de Noviembre de 2011 se quedará grabado en la mente de los samoamericanos. El lugar: el estadio de Apia, en la vecina Samoa. Y tan sólo ante 150 espectadores. Primera victoria de toda su historia ante una selección FIFA. La víctima, la selección de Tonga, que hasta el momento había conseguido resultados mejores que Samoa Americana. Era el primer partido de la fase de clasificación para el Mundial 2014, luego vendrían Islas Cook y Samoa. El resultado de 2 a 1 indica lo apretado del partido.
Algo histórico como este hecho, que en cualquier país del mundo hubiera sido acogido como una proeza y los habitantes hubieran salido a las calles a celebrarlo, en Samoa Americana apenas hubo muestras de alegría. Apenas un artículo en la prensa local, escrito sin mucha emoción y poco más. Esperemos que próximas victorias puedan hacer que el país despierte, futbolísticamente hablando.
Si no hubiera ya bastante con esta victoria, la selección nacional ha pasado a la historia por otro hito. Alinear por primera vez en el mundo del fútbol a un transexual. El susodicho es Johnny Saelua y juega como defensa central. Por supuesto, ni sus compañeros ni su seleccionador Thomas Rongen se escandalizan por ello y lo tratan como a uno más.
El sueño de pasar de ronda se ha terminado, tras empatar con Islas Cook y perder con Samoa, pero lo más difícil ya está hecho. Ahora sólo toca seguir trabajando y esperar a que más victorias lleguen a su casillero. Y por supuesto que tanto el gobierno isleño como la población oceánica apoyen más a este maravilloso deporte del balón.
En la foto, Ramin Ott, estrella del combinado samoamericano.
En twitter, @futdelmundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario