Muchos con el título podrían pensar que vamos a hablar del conocido como "Old Firm" o de un Madrid-Barcelona. Nada más lejos de la realidad, puesto que nos vamos a centrar en una ciudad que se encuentra a 10.000 kilómetros de las grandes capitales europeas. Se trata de Nairobi, ciudad de Kenia de 3 millones de habitantes y motor de la economía de su país, donde se combinan casas muy humildes con grandes rascacielos de multinacionales como Coca Cola o Google.
Kenia quizás no es reconocida por su nivel futbolístico, puesto que su selección nunca ha estado presente en un Mundial ni siquiera ha pasado la Primera Ronda de una Copa de África y eso pese a exportar muchos de sus jugadores a ligas europeas como los hermanos McDonald Mariga y Victor Wanyama. Sin embargo, como buen país africano, sus aficionados vibran con el deporte rey mundial, que no lo es tal en dicho país. Kenia es conocida deportivamente hablando por sus grandes atletas de fondo, su equipo de cricket o el combinado de rugby. Pero si hay un evento que para el país durante varias horas es el duelo futbolístico entre sus dos equipos con mayor tradición: Gor Mahia y Leopards.
Ambos son los clubes más antiguos que permanecen activos. Mientras Gor Mahia se funda en 1968, sus rivales de Leopards se crean 4 años antes. Gor Mahia tiene una curiosa historia para su fundación. Su nombre es el de un héroe mitológico para la tribu de los Luo, afincada en gran parte del país, un dios inmortal, como lo que ellos pretendían al creal el club: convertir al equipo en el gran dominador del continente, aquel que fuera arrasando por cada estadio que jugara. El caso del AFC Leopards (el cual es su nombre completo) también tiene historia. Las iniciales provienen de Abaluhya FC, club inicial y que debe su nombre a como eran conocidos los miembros de la tribu Luhya.
En 1980, el gobierno de Kenia prohibió que cualquier asociación o club llevara nombres referentes a tribus del país. Esto afectó a ambos equipos, aunque Gor Mahia pudo mantenerlo al no ser exactamente el nombre de ninguna tribu, si no el de un héroe mitológico. Abaluhya si tuvo que cambiar su nombre y de ahí el actual.
Sus estadios están separados por apenas 10 minutos a pie, a lo largo de una gran avenida. En el más antiguo del país, City Stadium, juega el Gor Mahia, mientras que en uno más nuevo, Nyayo Stadium, lo hace el Leopards.
Es curioso que un partido como este paralice a todo el país. Y digo que es curioso porque el último título de liga que alguno de los dos ganó fue en 1998, cuando ganó el Leopards. Durante 12 años, otros equipos se han repartido la Kenyan Premier League. Aún así, ambos con 12 títulos siguen siendo los que más trofeos tienen en sus vitrinas.
Ayer se disputó uno de estos partidos tan especiales. Gor Mahia jugaba como local. Ambos llegaban en situaciones muy diferentes a esta 17ª jornada. Mientras los locales están en plena lucha por el título con varios equipos, Leopards estaba coqueteando con el descenso, puesto que se hallaba a sólo 5 puntos de dichos puestos. Leopards no lleva muy buena racha estos últimos años, puesto que ha estado a punto de descender en varias ocasiones.
Y tal como era el momento de forma de ambos equipos, así se desarrolló el partido. Fue una victoria muy fácil para Gor Mahia por 3 a 1, seguramente mucho más de lo que esperaban. Fue una auténtica decepción para los hinchas visitantes, a los que se les veía hundidos tras el partido. Varios jugadores del Leopards y su entrenador Nick Yakhama tenían los ojos llorosos a la finalización del encuentro.
Esta vez se cerró el encuentro sin ningún incidente reseñable, no como en anteriores ocasiones, donde hubo que lamentar heridos de gravedad por peleas entre hinchas rivales. Tras el partido, las calles se tiñeron de color verde (colores del Gor Mahia) y los aficionados salieron con sus coches y vuvuzelas a celebrar la victoria. Hay que decir que el estadio estaba lleno, con 24.000 espectadores que vibraban en su interior.
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